miércoles, 30 de septiembre de 2015

Camino Neocatecumenal 2015 Encuentro Mundial de las Familias Filadelfia

Mil familias del Camino Neocatecumenal se ofrecen en Filadelfia para la Evangelización


Fotos: Camino Neocatecumenal
Foto: Camino Neocatecumenal

FILADELFIA, 29 Sep. 15 / 12:27 pm (ACI).- Más de mil familias de todo el mundo se ofrecieron la tarde del lunes en Filadelfia (Estados Unidos) para ir en misión a lugares secularizados de todo el planeta. Con motivo del Encuentro Mundial de las Familias, el Camino Neocatecumenal celebró un encuentro vocacional en el Pabellón Deportivo Wells Fargo Center al que asistieron 40.000 personas.
Según un comunicado enviado por esta realidad eclesial, la celebración fue presidida por el Arzobispo de Filadelfia Mons.Charles Chaput. También participaron los Cardenales Sean O'Malley (Boston), Stanislaw Rylko (Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos), Theodore McCarrick (Arzobispo emérito de Washington), Jean-Pierre Kutwa (Abidjan, Costa de Marfil), y Andrew Soo-Yung (Seúl). Junto a ellos participaron también más de 30 obispos de Estados Unidos y otros países.
El evento fue guiado por los iniciadores y responsables internacionales del Camino, el español Kiko Argüello y el sacerdote italiano Mario Pezzi.
El momento central del mismo fue la predicación del Kerigma, la Buena Noticia. Luego, Argüello pidió vocaciones al sacerdocio, la vida religiosa, y por último hizo un llamado a las familias. Respondieron 230 chicos para ingresar en el seminario, 400 chicas para la vida consagrada, y más de 1000 familias para ir en misión. Todos ellos iniciarán ahora un proceso de discernimiento vocacional.
En su intervención, el Arzobispo de Filadelfia subrayó que “hoy no existe un grupo en la Iglesia que refleje la vida de los Hechos de los Apóstoles mejor que el Camino Neocatecumenal”. Además, reveló que el Papa Francisco bendijo una piedra tomada en las proximidades de la tumba de San Pedro en Roma como 'piedra angular' del nuevo Seminario Redemptoris Mater de Filadelfia.
Fuente: AciPrensa
Publicado por O.Revette 30/09/2015 11:59am
Apostolado de Comunicación Social de la 
Pastoral Familiar San Carlos Borromeo

domingo, 27 de septiembre de 2015

Homilía del Papa Francisco en Misa en Filadelfia con sacerdotes y religiosas

Homilía del Papa Francisco en Misa en Filadelfia con sacerdotes y religiosas



FILADELFIA, 26 Sep. 15 / 10:23 am (ACI).- Ante los sacerdotes, religiosos y religiosas del estado de Pensilvania en Estados Unidos, el Papa Francisco pronunció la siguiente homilía en español en la Catedral de San Pedro y San Pablo:
Esta mañana he aprendido algo sobre la historia de esta hermosa Catedral: la historia que hay detrás de sus altos muros y ventanas. Me gusta pensar, sin embargo, que la historia de la Iglesia en esta ciudad y en este Estado es realmente una historia que no trata solo de la construcción de muros, sino también de derribarlos. Es una historia que nos habla de generaciones y generaciones de católicos comprometidos que han salido a las periferias y construido comunidades para el culto, para la educación, para la caridad y el servicio a la sociedad en general.
Esa historia se ve en los muchos santuarios que salpican esta ciudad y las numerosas iglesias parroquiales cuyas torres y campanarios hablan de la presencia de Dios en medio de nuestras comunidades. Se ve en el esfuerzo de todos aquellos sacerdotes, religiosos y laicos que, con dedicación, durante más de dos siglos, han atendido las necesidades espirituales de los pobres, los inmigrantes, los enfermos y los encarcelados. Y se ve en los cientos de escuelas en las que hermanos y hermanas religiosos han enseñado a los niños a leer y a escribir, a amar a Dios y al prójimo y a contribuir como buenos ciudadanos a la vida de la sociedad estadounidense. Todo esto es un gran legado que ustedes han recibido y que están llamados a enriquecer y a transmitir.
La mayoría de ustedes conocen la historia de Santa Catalina Drexel, una de las grandes santas que esta Iglesia local ha dado. Cuando le habló al Papa León XIII de las necesidades de las misiones, el Papa –era un Papa muy sabio– le preguntó intencionadamente: «¿Y tú?, ¿qué vas a hacer?». Esas palabras cambiaron la vida de Catalina, porque le recordaron que al final todo cristiano, hombre o mujer, en virtud del bautismo, ha recibido una misión. Cada uno de nosotros tiene que responder lo mejor que pueda al llamado del Señor para edificar su Cuerpo, la Iglesia.
«¿Y tú?». Me gustaría hacer hincapié en dos aspectos de estas palabras en el contexto de nuestra misión específica de transmitir la alegría del Evangelio y edificar la Iglesia, ya sea como sacerdotes, diáconos, miembros varones y mujeres de institutos de vida consagrada.
En primer lugar, aquellas palabras –«¿Y tú?»– fueron dirigidas a una persona joven, a una mujer joven con altos ideales, y le cambiaron la vida. Le hicieron pensar en el inmenso trabajo que había que hacer y la llevaron a darse cuenta de que estaba siendo llamada a hacer algo al respecto. ¡Cuántos jóvenes en nuestras parroquias y escuelas tienen los mismos ideales, generosidad de espíritu y amor por Cristo y la Iglesia!. Les  pregunto, nosotros ¿Los desafiamos? ¿Les damos espacio y les ayudamos a que realicen su cometido? ¿Encontramos el modo de compartir su entusiasmo y sus dones con nuestras comunidades, sobre todo en la práctica de las obras de misericordia y en la preocupación por los demás? ¿Compartimos nuestra propia alegría y entusiasmo en el servicio al Señor? .
Uno de los grandes desafíos de la Iglesia en este momento es fomentar en todos los fieles el sentido de la responsabilidad personal en la misión de la Iglesia, y capacitarlos para que puedan cumplir con tal responsabilidad como discípulos misioneros, como fermento del Evangelio en nuestro mundo. Esto requiere creatividad para adaptarse a los cambios de las situaciones, transmitiendo el legado del pasado, no solo a través del mantenimiento de  estructuras e instituciones, que son útiles, sino sobre todo abriéndose a las posibilidades que el Espíritu nos descubre y mediante la comunicación de la alegría del Evangelio, todos los días y en todas las etapas de nuestra vida.
«¿Y tú?». Es significativo que esas palabras del anciano Papa fueran dirigidas a una mujer laica. Sabemos que el futuro de la Iglesia, en una sociedad que cambia rápidamente, reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa. La Iglesia en los Estados Unidos ha dedicado siempre un gran esfuerzo a la catequesis y a la educación. Nuestro reto hoy es construir sobre esos cimientos sólidos y fomentar un sentido de colaboración y responsabilidad compartida en la planificación del futuro de nuestras parroquias e instituciones. Esto no significa renunciar a la autoridad espiritual que se nos ha confiado; más bien, significa discernir y emplear sabiamente los múltiples dones que el Espíritu derrama sobre la Iglesia. De manera particular, significa valorar la inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas, han hecho y siguen haciendo en  la vida de nuestras comunidades.
Queridos hermanos y hermanas, les doy las gracias por la forma en que cada uno de ustedes ha respondido a la pregunta que Jesús inspiró su propia vocación: «¿Y tú?». Los animo a que renueven la alegría,el estupor, de ese primer encuentro con Jesús y a sacar de esa alegría renovada fidelidad y fuerza. Espero con ilusión compartir con ustedes estos días y les pido que lleven mi saludo afectuoso a los que no pudieron estar con nosotros, especialmente a los numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas ancianos que se unen espiritualmente.
Durante estos días del Encuentro Mundial de las Familias, les pediría de modo especial que reflexionen sobre nuestro servicio a las familias, a las parejas que se preparan para el matrimonio y a nuestros jóvenes. Sé lo mucho que se está haciendo en las iglesias particulares para responder a las necesidades de las familias y apoyarlas en su camino de fe. Les pido que oren fervientemente por ellas, así como por las deliberaciones del próximo Sínodo sobre la Familia.
Con gratitud por todo lo que hemos recibido, y con segura confianza en medio de nuestras necesidades, nos dirigimos a María, nuestra Madre Santísima. Que con su amor de madre interceda por la Iglesia en América, para que siga creciendo en el testimonio profético del poder que tiene la cruz de su Hijo para traer alegría, esperanza y fuerza a nuestro mundo. Rezo por cada uno de ustedes, y les pido, por favor, que lo hagan por mí.

Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette 27.09.2015 5:33am
Apostolado de Comunicación Social
Pastoral Familiar San Carlos Borrome

Encuentro Mundial de las Familias 2015 Filadelfia (Estados Unidos)

Discurso que el Papa Francisco improvisó en Fiesta de las Familias




FILADELFIA, 26 Sep. 15 / 09:01 pm (ACI).- El Papa Francisco improvisó un magistral discurso en el Festival del Encuentro Mundial de las Familias realizado esta noche en Filadelfia (Estados Unidos). A continuación el texto completo de las palabras del Santo Padre en el B. Franklin Parkway.
Queridas familias:
Gracias a quienes han dado testimonio. Gracias a quienes nos alegraron con el arte, con la belleza que es el camino para llegar a Dios. La belleza nos lleva a Dios. Y un testimonio verdadero nos lleva a Dios porque Dios también es la verdad, es la belleza y es la verdad. Y un testimonio, dado para servir es bueno, nos hace buenos porque Dios es bondad, nos lleva a Dios.
Todo lo bueno, todo lo verdadero y todo lo bello nos lleva a Dios. Porque Dios es bueno. Dios es bello, Dios es Verdad. Gracias a todos, a los que nos dieron su mensaje y a la presencia de ustedes que también es testimonio. Un verdadero testimonio de que vale la pena en familia, de que una sociedad crece fuerte, crece buena, crece hermosa y crece verdadera si se edifica en la base de la familia.
Una vez, un chico me preguntó -ustedes saben que los chicos preguntan cosas difíciles- me preguntó: Padre, ¿qué hacía Dios antes de crear el mundo? Les aseguro que me costó contestar y le dije lo que les digo ahora a ustedes: antes de crear el mundo Dios amaba porque Dios es Amor. Pero era tal el amor que tenía en sí mismo, ese amor entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo. Ese nombre era tan grande, tan desbordante... que esto no sé si es muy teológico pero lo van a entender. Era tan grande que no podía ser egoísta, tenía que salir de sí mismo para tener a quién amar fuera de sí mismo y ahí Dios creó al mundo, ahí Dios hizo esta maravilla en la que vivimos y como estamos un poquito mareados la estamos destruyendo.
Pero lo más lindo que hizo Dios, dice la Biblia, fue la familia. Creó al hombre y a la mujer y  les entregó todo, les entregó el mundo, crezcan, multiplíquense, cultiven la tierra, háganla producir, háganla crecer, todo el amor que hizo en esa creación maravillosa se la entregó a una a una familia. Volvemos atrás un poquito. Todo el amor que Dios tiene en sí, toda la belleza que Dios tiene en sí, toda la verdad que Dios tiene en sí, la entrega a la familia. Una familia es verdaderamente familia cuando es capaz de abrir los brazos y recibir todo ese amor.
Por supuesto que el paraíso terrenal no está acá, que la vida tiene sus problemas. Que los hombres, por la astucia del demonio, aprendieron a dividirse y todo ese amor que Dios nos dio, casi se pierde. Y al poquito tiempo el primer crimen, el primer fraticidio. Un hermano mata a otro hermano: la guerra.
El amor, la belleza y la verdad de Dios y la destrucción de la guerra y entre esas dos posiciones, caminamos nosotros hoy. Nos toca a nosotros, nos toca a nosotros, decidir el camino para andar. Pero volvamos para atrás. Cuando el hombre y su esposa se equivocaron y se alejaron de Dios, Dios no los dejó solos. Tanto el amor, tanto el amor que empezó a caminar con la humanidad, empezó a caminar con su pueblo hasta que llegó el momento maduro  y le dio la muestra  de más grande de amor: su Hijo.
Y a su hijo ¿dónde lo mandó? ¿a un palacio? ¿a una ciudad? ¿a hacer una empresa? Lo mandó a una familia. Dios mandó a su Hijo al mundo en una familia. Dios entró al mundo por una familia y pudo hacerlo porque esa familia era una familia que tenía el corazón abierto al amor, que tenía las puertas abiertas al amor.
Pensemos en María jovencita. No lo podía creer, ¿cómo puede suceder esto? Y cuando le explicaron obedeció. Pensemos en José lleno de ilusiones, de formar un hogar, se encuentra con esta sorpresa que no entiende. Acepta, obedece y en la obediencia de amor, de esta mujer María y de este hombre José, se da una familia en la que viene Dios. Dios siempre golpea las puertas de los corazones, les gusta hacerlo, le sale de adentro, ¿pero saben lo que más le gusta? Golpear las puertas de las familias, encontrar las familias unidas, encontrar las familias que se quieren encontrar las familias que hacen crecer a sus hijos y los educan y que los llevan adelante y que crean una sociedad de bondad, de verdad y  de belleza.
Estamos en la fiesta de las familias. La familia tiene carta de ciudadanía divina, ¿está claro? La carta de ciudadanía que tiene la familia se la dio Dios para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y la belleza. Claro alguno de ustedes me pueden decir: Padre, usted habla así porque es soltero.
En la familia hay dificultades, en las familias discutimos, en la familia a veces vuelan los platos. En las familias los hijos traen dolores de cabeza. No voy a hablar de las suegras, pero en las familias siempre, siempre hay cruz, siempre. Porque el amor de Dios, el Hijo de Dios, nos abrió también ese camino. Pero en las familias también después de la Cruz hay Resurrección porque el Hijo de Dios nos abrió ese camino. Porque la Familia, perdónenme la palabra, es una  fábrica de esperanza, una fábrica de vida y resurrección, pues Dios fue quien abrió ese camino. Y los hijos, los hijos dan trabajo. Nosotros como hijos dimos trabajo.
A veces en casa veo algunos de mis colaboradores que vienen a trabajar con ojeras. Tienen un bebé de un mes, dos meses, y le pregunto ¿no dormiste? No, lloró toda la noche. En la familia hay dificultades, pero esas dificultades se superan con amor. El odio no supera ninguna dificultad. La división de los corazones no supera ninguna dificultad, solamente el amor es capaz de superar la dificultad, el amor es fiesta, el amor es gozo, el amor es seguir adelante y no quiero seguir hablando porque se hace demasiado largo, pero quisiera marcar dos puntitos de la familia, en los que quisiera que se tuviera un especial cuidado. No solo quisiera tenemos que tener un especial cuidado: los niños y los abuelos.
Los niños y los jóvenes son el futuro, son la fuerza, los que llevan adelante. Son aquellos en los que ponemos esperanzas. Los abuelos son la memoria de la familia, son los que nos dieron la fe, nos transmitieron la fe. Cuidar a los abuelos y cuidar a los niños es la muestra de amor. No sé si más grande, pero yo diría, más promisoria de la familia, porque promete el futuro. Un pueblo que no sabe cuidar a los niños y un pueblo que no sabe cuidar a los abuelos es un pueblo sin futuro porque no tiene la fuerza y no tiene la memoria que los lleve adelante. Y bueno, la familia es bella, pero cuesta, trae problemas. En la familia a veces hay enemistades, el marido se pelea con la mujer o se miran mal o los hijos con el padre. Les sugiero un consejo: nunca terminen el día sin hacer la paz en la familia.
En una familia no se puede terminar el día en guerra. Que Dios los bendiga, que Dios les dé fuerzas, que Dios los anime a seguir adelante. Cuidemos la familia, defendemos la familia porque ahí se juega nuestro futuro.
Gracias, que Dios los bendiga y recen por mi.
(Saludo final luego de la presentación de Bocelli)
(La gente aclama: “Viva el Papa”)
Vamos a recibir la bendición y nos volvemos a ver mañana en la Misa, ¿a qué hora es? (Risas de la gente) A las 4:00 de la tarde nos vemos todos, pero antes de dar la bendición vamos a rezar una oración a María y también una invocación a San José para que protejan nuestra familia y nos ayuden a creer que vale la pena luchar por la familia.
Hail Mary [Dios te salve María] San Joseph pray for us (San José, ruega por nosotros) (Repetido tres veces).
Benedicat Vos Omnipotens Deus Pater et Filius et Spiritus Sanctus (La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros)
Thank you and until tomorrow (Gracias y hasta mañana)
Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette 27.09.2015 5:28am
Apostolado de Comunicación Social
Pastoral Familiar San Carlos Borromeo

sábado, 26 de septiembre de 2015

Inauguración del Encuentro Mundial de las Familias Filadelfia 2015

Mons. Chaput inaugura Encuentro Mundial de las Familias Filadelfia 2015



 ´Mons. Charles Chaput, Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos) / Logo del Encuentro Mundial de las Familias 2015
Mons. Charles Chaput, Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos)
Logo del Encuentro Mundial de las Familias 2015

FILADELFIA, 22 Sep. 15 / 05:51 pm (ACI).- El Arzobispo Charles Chaput, inauguró el Encuentro Mundial de las Familias Filadelfia 2015 al que asistirá el Papa Francisco los días 26 y 27 de septiembre.
El Arzobispo de Filadelfia se dirigió a los miles de asistentes a este importante evento eclesial y mundial: “este es un momento para que el hemos trabajado y por el que hemos rezado los últimos tres años. Entonces, mirando a esta multitud de hermosos rostros hoy, siento una alegría al poder decir finalmente: bienvenidos al Encuentro Mundial de las Familias y bienvenidos a Filadelfia, la ciudad del amor fraternal”.
El mismo día en que el Papa Francisco llegó a Estados Unidos, precisamente a Washington D.C., Mons. Chaput recordó que “Filadelfia es una ciudad rica en historia, es donde nació Estados Unidos y donde se elaboró la declaración de independencia y la Constitución, pero lo que celebramos ahora es una celebración del futuro”.
“El futuro está vivo en el alma de cada uno de las familias peregrinas, que han venido aquí desde todo el mundo, para dar testimonio de la belleza delmatrimonio y la vida familiar”, dijo.
Mons. Chaput afirmó luego que “Dios es bueno y nos ama con el celo de un padre y la ternura de una madre, y su Iglesia le da la bienvenida a la gente –no solo a los católicos, sino a los amigos de otros credos y personas de buena voluntad– que se unen a nosotros en estos días para una experiencia de alegría y hermandad”.
El Arzobispo de Filadelfia recordó luego que hace casi 300 años, en 1732 en esa ciudad, “once personas asistieron a la primera misa de un jesuita (P. Joseph Greaton). Este fin de semana otro jesuita (el Papa Francisco) celebrará la Misa para nosotros y congregará a decenas de millones de gente aquí, en Norteamérica y Latinoamérica, y en todo el mundo”.
“La lección es simple. Dios reconfigure el mundo a través de la gente y las familias que lo aman. Esta semana es un tiempo de gracia, un tiempo en el que Dios se mueve entre nosotros. Que él derrame su coraje, su alegría y su paz en todos nuestros corazones”, concluyó.
Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette 26/09/2015 9:04am
Apostolado de Comunicación Social
Pastoral Familiar San Carlos Borromeo

miércoles, 23 de septiembre de 2015

"No hay familia perfecta, pero un mundo con familias es la mejor herencia" Papa Francisco en Cuba

El Papa en Cuba: No hay familia perfecta, pero un mundo con familias es la mejor herencia


Papa Francisco en encuentro con las familias cubanas. Foto: L'Osservatore Romano.
Papa Francisco en encuentro con las familias cubanas. Foto: L'Osservatore Romano.

SANTIAGO DE CUBA, 22 Sep. 15 / 11:41 am (ACI).- El último evento del Papa Francisco en Cuba fue un sencillo encuentro con las familias en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en Santiago de Cuba. En su discurso, el Papa Francisco recordó que no hay familias perfectas pero la mejor herencia que podemos dejar es “un mundo con familias”.
“Se discute hoy mucho sobre el futuro, sobre qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos, qué sociedad queremos para ellos”, reflexionó y alentó a que “dejemos un mundo con familias, es la mejor herencia, dejemos un mundo con familias”.
El Papa Francisco habló desde su experiencia como Arzobispo de Buenos Aires y como hijo. Recordó que “no existe la familia perfecta, no existen esposos perfectos, padres perfectos ni hijos perfectos, y si no se enojan yo diría suegras perfectas”.
“Pero eso no impide que no sean la respuesta para el mañana. Dios nos estimula al amor y el amor siempre se compromete con las personas que ama”, subrayó, y pidió que “por eso, cuidemos a nuestras familias, verdaderas escuelas del mañana”.
“Cuidemos a nuestras familias, verdaderos espacios de libertad. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos centros de humanidad”, indicó.
Francisco recordó que “Jesús comienza su vida en el interior de una familia, en el seno de un hogar” y “es en casa donde aprendemos la fraternidad, la solidaridad, el no ser avasalladores. Es en casa donde aprendemos a recibir y a agradecer la vida como una bendición y que cada uno necesita a los demás para salir adelante”.
“Es en casa donde experimentamos el perdón, y estamos invitados continuamente a perdonar, a dejarnos transformar. Es curioso en casa no hay lugar para las ‘caretas’, somos lo que somos y de una u otra manera estamos invitados a buscar lo mejor para los demás”.
Francisco lamentó que “en muchas culturas hoy en día van desapareciendo estos espacios, van desapareciendo estos momentos familiares, poco a poco todo lleva a separarse, aislarse; escasean momentos en común, para estar juntos, para estar en familia”.
“Entonces no se sabe esperar, no se sabe pedir permiso, no se sabe pedir perdón, no se sabe dar gracias, porque la casa va quedando vacía, no de gente, sino de padres, hijos, nietos, abuelos, hermanos, vacía de relaciones, vacía de contactos, vacía de encuentros”.
El Santo Padre subrayó que “la familia es escuela de humanidad, escuela que enseña a poner el corazón en las necesidades de los otros, a estar atento a la vida de los demás”.
El Papa destacó que a pesar de las dificultades que aquejan actualmente a las familias, estas “no son un problema, son principalmente una oportunidad. Una oportunidad que tenemos que cuidar, proteger y acompañar”.
El Santo Padre agradeció a los cubanos “por hacerme sentir todos estos días en familia, por hacerme sentir en casa. Gracias por todo esto”.
Francisco recordó que “la Eucaristía es la cena de la familia de Jesús, que a lo largo y ancho de la tierra se reúne para escuchar su Palabra y alimentarse con su Cuerpo”.
El Santo Padre señaló también que en su visita a Estados Unidos “participaré junto a las familias del mundo en el Encuentro Mundial de las Familias y en menos de un mes en el Sínodo de los Obispos, que tiene como tema la Familia”.
“Los invito a rezar, les pido por favor que recen por estas dos instancias, para que sepamos entre todos ayudarnos a cuidar la familia, para que sepamos seguir descubriendo al Emmanuel, es decir, al Dios que vive en medio de su Pueblo haciendo de cada familia y de todas las familias su hogar. Cuento con la oración de ustedes. Gracias”, concluyó.
Una vez fuera de la Catedral de Santiago de Cuba, el Papa reiteró su saludo y agradecimiento al pueblo cubano y pidió que “no descuidemos a los abuelos” ni a los niños y jóvenes, “que son la fuerza de un pueblo”.
Previamente el Papa escuchó al Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio Guillermo García lbáñez, quien destacó la presencia de familias “de todas las provincias del país y de fuera de la Patria”.
“La familia es la institución más valorada por los cubanos y, precisamente por eso, es la que más preocupa debido a tantos factores que atentan contra su unidad, su bienestar, su significado, y el sentido del matrimonio en la sociedad actual”, destacó el Prelado.
Luego, un matrimonio cubano pidió su oración por las familias, “para que podamos llevar adelante nuestra misión de Iglesias domésticas donde se aprenda a amar sin condiciones, a respetarnos los unos a los otros teniendo en cuenta las legítimas diferencias que nos enriquecen, a apoyar y potenciar el logro de las aspiraciones de cada uno de sus miembros y así todos crecer como personas, a tener la capacidad de perdonar y reconciliar para ser instrumentos de paz y misericordia en el seno de la familia y la sociedad”.
Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette 23/09/2015 6:13am

domingo, 13 de septiembre de 2015

¿Te llamas María? 7 rasgos del Santo Nombre de la Virgen

¿Te llamas María? 7 rasgos del Santo Nombre de la Virgen MARIA


VIRGEN DE COROMOTO / Patrona de Venezuela
Parroquia San Carlos Borromeo / Caricuao Carcas Venezuela
(Foto: O.Revette 11/09/2015 11:00am)


A mediados del siglo XVIII los jansenistas empezaron a divulgar que la devoción a la Santísima Virgen era una superstición. San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, salió en defensa de la Madre de Dios y publicó su famoso libro “Las Glorias de María”.
En dicha obra, capítulo X, se leen 7 importantes rasgos del Santo Nombre de María que todo cristiano siempre debe recordar:
1.- Nombre Santo
“El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen. Este nombre fue elegido por elcielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan San Jerónimo, San Epifanio, San Antonino y otros”.
2.- Lleno de dulzura
“El glorioso San Antonio de Papua, reconocía en el nombre de María la misma dulzura que San Bernardo en el nombre de Jesús. ‘El nombre de Jesús’, decía éste; ‘el nombre de María’, decía aquél, ‘es alegría para el corazón, miel en los labios y melodía para el oído de sus devotos’… Se lee en el Cantar de los Cantares que, en la Asunción de María, los ángeles preguntaron por tres veces: ‘¿Quién es ésta que sube del desierto como columnita de humo? ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es ésta que sube del desierto rebosando en delicias?’ (Ct 3, 6; 6, 9; 8, 5)”.
“Pregunta Ricardo de San Lorenzo: ‘¿Por qué los ángeles preguntan tantas veces el nombre de esta Reina?’ Y él mismo responde: ‘Era tan dulce para los ángeles oír pronunciar el nombre de María, que por eso hacen tantas preguntas’. Pero no quiero hablar de esta dulzura sensible, porque no se concede a todos de manera ordinaria; quiero hablar de la dulzura saludable, consuelo, amor, alegría, confianza y fortaleza que da este nombre de María a los que lo pronuncian con fervor”.
3.- Alegra e inspira amor
“Tu nombre, oh Madre de Dios –como dice San Metodio– está lleno de gracias y de bendiciones divinas. De modo que –como dice San Buenaventura– no se puede pronunciar tu nombre sin que aporte alguna gracia al que devotamente lo invoca. Búsquese un corazón empedernido lo más que se pueda imaginar y del todo desesperado; si éste te nombra, oh benignísima Virgen, es tal el poder de tu nombre –dice el Idiota– que él ablandará su dureza, porque eres la que conforta a los pecadores con la esperanza del perdón y de la gracia”.
4.- Da fortaleza
“Los demonios, afirma Tomás de Kempis, temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara. La misma Virgen reveló a santa Brígida, que no hay pecador tan frío en el divino amor, que invocando su santo nombre con propósito de convertirse, no consiga que el demonio se aleje de él al instante”.
“Y otra vez le declaró que todos los demonios sienten tal respeto y pavor a su nombre que en cuanto lo oyen pronunciar al punto sueltan al alma que tenían aprisionada entre sus garras. Y así como se alejan de los pecadores los ángeles rebeldes al oír invocar el nombre de María, lo mismo –dijo la Señora a santa Brígida– acuden numerosos los ángeles buenos a las almas justas que devotamente la invocan”.
5.- Promesas de Jesús
“Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima, revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales: un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cual conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso. Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides”.
“En suma, llega a decir San Efrén, que el nombre de María es la llave que abre la puerta del cielo a quien lo invoca con devoción”.
6.- Brinda consuelo
“San Camilo de Lelis, recomendaba muy encarecidamente a sus religiosos que ayudasen a los moribundos con frecuencia a invocar los nombres de Jesús y de María como él mismo siempre lo había practicado; y mucho mejor lo practicó consigo mismo en la hora de la muerte, como se refiere en su biografía; repetía con tanta dulzura los nombres, tan amados por él, de Jesús y de María, que inflamaba en amor a todos los que le escuchaban”.
“Y finalmente, con los ojos fijos en aquellas adoradas imágenes, con los brazos en cruz, pronunciando por última vez los dulcísimos nombres de Jesús y de María, expiró el santo con una paz celestial”.
7.- Buena aventura
“Roguemos pues, mi devoto lector, roguemos a Dios nos conceda esta gracia, que en la hora de la muerte, la última palabra que pronunciemos sea el nombre de María, como lo deseaba y pedía San Germán”.
“Concluyamos con esta tierna plegaria de San Buenaventura: ‘Para gloria de tu nombre, cuando mi alma esté para salir de este mundo, ven tú misma a mi encuentro, Señora benditísima, y recíbela’. No desdeñes, oh María –sigamos rezando con el santo– de venir a consolarme con tu dulce presencia. Sé mi escala y camino del paraíso. Concédele la gracia del perdón y del descanso eterno. Y termina el Santo diciendo: ‘Oh María, abogada nuestra, a ti te corresponde defender a tus devotos y tomar a tu cuidado su causa ante el tribunal de Jesucristo’”.
Fuente: AciPrensa 12/09/2015
Publicado por: O.Revette 13/09/2015
Apostolado de Comunicacion Social
Pastoral Familiar "San Carlos Borromeo".-

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Iglesia como familia cristiana "Papa Francisco"

Catequesis del Papa Francisco sobre la Iglesia como familia cristiana


Crédito: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)



VATICANO, 09 Sep. 15 / 07:08 am (ACI).- El Papa Francisco volvió a hablar de lafamilia en la Audiencia General del miércoles, en esta ocasión sobre la familia y la Iglesia como comunidad de cristianos.
A continuación y gracias a Radio Vaticano, el texto completo de la catequesis:
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
Quisiera hoy detener nuestra atención en el vínculo entre la familia y la comunidad cristiana. Es un vínculo, por así decir, “natural”, porque la Iglesia es una familia espiritual y la familia es una pequeña Iglesia (cfr Lumen Gentium, 9).
La Comunidad cristiana es la casa de aquellos que creen en Jesús como la fuente de la fraternidad entre todos los hombres. La Iglesia camina en medio de los pueblos, en la historia de los hombres y de las mujeres, de los padres y de las madres, de los hijos y de las hijas: esta es la historia que cuenta para el Señor. Los grandes eventos de las potencias mundanas se escriben en los libros de historia, y allí permanecen. Pero la historia de los afectos humanos se escribe directamente en el corazón de Dios; y es la historia que permanece eternamente. Es este el lugar de la vida y de la fe. La familia es el lugar de nuestra iniciación – insustituible, indeleble – a esta historia.
Esta historia de vida plena que terminará en la contemplación de Dios para toda la eternidad en el cielo, pero que comienza en la familia y por eso, es tan importante la familia.
El Hijo de Dios aprendió la historia humana por este camino, y la recorre hasta el final (cfr Eb 2,18; 5,8). Es bonito volver a contemplar a Jesús y ¡los signos de este vínculo! Él nació en una familia y allí “aprendió el mundo”: una tienda, cuatro casas, un pueblo. Y sin embargo, viviendo por treinta años esta experiencia, Jesús asimiló la condición humana, acogiéndola en su comunión con el Padre y en su misma misión apostólica. Después, cuando dejó Nazaret y comenzó la vida pública, Jesús formó en torno a él una comunidad, una “asamblea”, es decir una con-vocación de personas. Este es el significado de la palabra “iglesia”.
En los Evangelios, la asamblea de Jesús tiene la forma de una familia y de una familia hospitalaria, no de una secta exclusiva, cerrada: nos encontramos con Pedro y Juan, pero también el hambriento y el sediento, el extranjero y el perseguido, la pecadora y el publicano, los fariseos y la multitud. Y Jesús no cesa de recibir y de hablar con todos, también con quien no espera más encontrar a Dios en su vida. ¡Es una lección fuerte para la Iglesia! Los discípulos mismos han sido elegidos para cuidar esta asamblea, esta familia de huéspedes de Dios.
Para que sea viva hoy esta realidad de la asamblea de Jesús, es indispensable reavivar la alianza entre la familia y la comunidad cristiana. Podremos decir que la familia y la parroquia son dos lugares en donde se realiza esta comunión de amor que encuentra su fuente última en Dios mismo. Una Iglesia de verdad según el Evangelio no puede no tener la forma de una casa acogedora con las puertas abiertas siempre. Las iglesias, las parroquias, las instituciones con las puertas cerradas no se deben llamar iglesias, se deben llamar museos.
Hoy, esta es una alianza crucial. «En contra de los “centros de poder” ideológicos, financieros y políticos, volvemos a poner nuestras esperanzas en estos centros ¿de poder? ¡No! en centros del amor. Nuestra esperanza está en estos centros del amor. Centros evangelizadores, ricos de calor humano, basados en la solidaridad y la participación» también en el perdón entre nosotros. (Pont. Cons. para la familia, Papa Francisco sobre la familia y sobre la vida 1999-2014 LEV 2014, 189).
Reforzar el vínculo entre la familia y la comunidad cristiana es hoy indispensable y urgente. Cierto, es necesario una fe generosa para reencontrar la inteligencia y la valentía para renovar esta alianza. Las familias a veces dan un paso atrás, diciendo que no están a la altura: “Padre, somos una pobre familia y también un poco destartalada”, “no somos capaces”, “tenemos ya tantos problemas en casa”, “no tenemos la fuerza”. Es verdad. Pero ninguno es digno, ninguno está a la altura, ¡ninguno tiene las fuerzas! Sin la gracia de Dios, no podremos hacer nada. Todo se nos da gratuitamente. Y el Señor no llega nunca a una nueva familia sin hacer algún milagro. ¡Recordemos lo que hizo en las bodas de Caná! Si, el Señor, si nos apoyamos en sus manos, nos hace hacer milagros. Milagros de todos los días cuando está el Señor en esa familia.
Naturalmente, también la comunidad cristiana debe hacer su parte. Por ejemplo, buscar superar actitudes demasiado directivas y demasiado funcionales, favorecer el diálogo interpersonal y el conocimiento y la estima recíproca. Las familias tomen la iniciativa y sientan la responsabilidad de llevar los propios dones preciosos para la comunidad. Todos debemos ser conscientes que la fe cristiana se juega en el campo abierto de la vida compartida con todos, la familia y la parroquia deben cumplir el milagro de una vida más comunitaria para la sociedad completa.
En Caná, estaba la Madre de Jesús, la “madre del buen consejo”. Escuchemos nosotros sus palabras: “Hagan todo lo que él les diga” (cfr Jn 2, 5). Queridas familias, queridas comunidades parroquiales, dejémonos inspirar de esta Madre hagamos todo lo que Jesús nos dirá y ¡nos encontraremos frente al milagro, al milagro de cada día! Gracias.
Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette
09/09/2015 9:51pm
Apostolado de Comunicación Social

martes, 8 de septiembre de 2015

Nulidad matrimonial: Así será la reforma establecida por el Papa Francisco

Nulidad matrimonial: Así será la reforma establecida por el Papa Francisco



Foto referencial Pixabay dominio público


VATICANO, 08 Sep. 15 / 10:19 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco ha establecido una reforma para el proceso de nulidad matrimonial. Entre las características más saltantes están la mayor participación de los obispos, la mayor brevedad para la resolución de los casos y la declaración de la gratuidad de los mismos.
Este nuevo proceso, anunciado hoy, busca mejorar el sistema de declaración de nulidad “por la salvación de las almas” mientras se reafirma la enseñanza católica de la indisolubilidad del matrimonio.
Los cambios han sido publicados en dos documentos llamados motu proprio:Mitis Iudex Dominus Iesus (El Señor Jesús, un juez manso), que establece la reforma en el Código de Derecho Canónico del Rito Latino; y Mitis et misericors Iesus (Jesús, manso y misericordioso), que establece los cambios para las 23 Iglesias Orientales católicas que están en comunión con Roma.
Ambos documentos son prácticamente iguales con la diferencia fundamental de que en el segundo texto, en vez de hablar de los obispos se hace referencia a los patriarcas y las eparquías.
En la introducción, el Papa Francisco resaltó que estos ajustes “no favorecen la nulidad de los matrimonios sino la prontitud en el proceso”.
El Santo Padre señala además que han decidido esta reforma siguiendo la reflexión de sus hermanos obispos que en el Sínodo Extraordinario sobre laFamilia del año pasado solicitaron que el proceso de nulidad sea “más rápido y más accesible”.
Muchos han criticado el actual proceso al que consideran demasiado largo, complicado y, en algunos lugares, muy caro.
La reforma también responde a “una gran cantidad de fieles que… con mucha frecuencia se alejan de las estructuras jurídicas de la Iglesia debido a la distancia física o moral”, señala el Pontífice. Para él, “la caridad y la misericordia” requieren que la Iglesia como madre acerque a sus hijos que se consideran también lejos de ella.
Entre los cambios más significativos el Papa ha decidido retirar la apelación automática que se generaba luego de que se tomaba la decisión de nulidad; y darles a los obispos la potestad de decidir directamente cuando los casos de nulidad son particularmente evidentes”.
Hasta ahora, una vez que se decidía la nulidad de un caso, este debía pasar a otro tribunal, una práctica que muchos consideraban como una innecesaria postergación del proceso, particularmente cuando nadie contestaba esos resultados.
Con la reforma de Francisco solo se necesitará una sentencia, a menos que se haga una apelación. Si hay apelación, el Papa señala que ahora se podrá hacer en la arquidiócesis más cercana, conocida como la “sede metropolitana”, y ya no habrá necesidad de dirigirse a Roma.
El Pontífice también ha establecido que cada diócesis en el mundo nombre a un juez o un tribunal de la Iglesia para procesar los casos.
Cada obispo local puede ser el único juez o puede establecer un tribunal de tres miembros. De ser así, al menos uno de ellos debe ser del clero y los otros dos pueden ser laicos.
El Papa también ha declarado que el proceso de nulidad será gratuito; una práctica que ya se realizaba en muchas diócesis. La reforma hace que la gratuidad sea ahora universal.
En su introducción, el Papa reconoce que esta reforma, particularmente los nuevos procedimientos en relación a las decisiones tomadas por los obispos, puede generar preocupación sobre la enseñanza de la Iglesia en cuanto a la indisolubilidad del matrimonio.
No he dejado de percatarme de que un juicio abreviado puede poner en riesgo la indisolubilidad del matrimonio”, afirma.
“De hecho, por esta razón he querido que en este proceso el juez sea el Obispo porque la fuerza de su ministerio pastoral es, con Pedro, la mejor garantía de la unidad católica en la fe y la disciplina”.
El Papa también explicó que ha querido ofrecer este nuevo proceso a los obispos para que “sea aplicado en casos en los que la nulidad matrimonial es particularmente evidente”.
Entre estos casos, señala el documento, están por ejemplo el abortoprocurado para impedir la procreación, la obstinada permanencia en una relación extraconyugal durante el tiempo de las nupcias, el ocultamiento doloso de la esterilidad o de una grave enfermedad contagiosa o de hijos nacidos de una relación anterior o de una encarcelación.
Los miembros de la Comisión Especial para la reforma del proceso matrimonial católico que explicaron los documentos han sido: el decano de la Rota Romana, Mons. Pio Vito Pinto; y el Cardenal Francesco Coccopalmerio, Presidente del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos.
Los otros participantes de la presentación fueron el exarca apostólico de Atenas para los católicos griegos de rito bizantino; Mons. Dimitrios Salachas; Mons. Luis Ladaria Ferrer, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Mons. Alejandro W. Bunge, Prelado auditor de la Rota Romana; y el P. Nikolaus Schoch, Promotor de Justicia Sustituto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica.
Esta reforma ha sido establecida por el Papa el 15 de agosto, en la fiesta de la Asunción de la Virgen María, y entrará en vigor el 8 de diciembre, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, coincidiendo con el inicio del Año Santo de la Misericordia y con el 50 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.
Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette
08/09/2015 2:43am

sábado, 5 de septiembre de 2015

¿Por qué el pecado del aborto necesita una absolución particular?

¿Por qué el pecado del aborto necesita una absolución particular?


Cardenal Mauro Piacenza / Foto: Alessio Di Cinto (ACI Prensa)
Cardenal Mauro Piacenza / Foto: Alessio Di Cinto (ACI Prensa)


VATICANO, 04 Sep. 15 / 04:31 pm (ACI).- El 1 de septiembre se publicó la carta del Papa Francisco por el Jubileo de la Misericordia en la que extendió a todos los sacerdotes la facultad especial de perdonar el aborto, es decir, la capacidad de dar una “absolución particular” que busca hacer comprender “la gravedad” de matar a una ser humano en el vientre de su madre, explicó el Penitenciario Mayor de la Santa Sede, Cardenal Mauro Piacenza.
En declaraciones a ACI Prensa, el Penitenciario Mayor explicó que “la facultad especial (para perdonar el pecado del aborto) fue hecha para hacer comprender la gravedad del hecho consumado: desde el primer instante de su existencia, el ser humano debe verse reconocido con los derechos de la persona, entre los cuales está el derecho inviolable a la vida de todo ser inocente e indefenso”.
En ese sentido, recordó que el canon 1398 del Código de Derecho Canónico advierte que las personas que colaboran para que un aborto se consume “caen bajo la pena de excomunión”. “Ciertamente no es responsabilidad solo de la madre, a veces lamentablemente víctima de graves presionesde personas y situaciones, sino también el médico que practica la intervención, como el personal de enfermería que lo asiste y el padre del niño”.
Sin embargo, indicó que puede “darse el caso en el cual la única persona que no cae bajo excomunión es la madre porque fue ‘forzada’”.
El Arzobispo explicó que el objetivo de “la pena de la excomunión llamada ‘latae sententiae’ (automática)”, es proteger la vida humana y llevar “a los culpables al arrepentimiento y a la conversión”. “Con la pena de excomunión la Iglesia no intenta de algún modo restringir el campo de la misericordia. Simplemente se evidencia la gravedad del crimen y el daño irreparable causado al inocente muerto, a sus padres y a la sociedad entera”, señaló.
El Cardenal Piacenza señaló que “la remisión de la excomunión por aborto está reservada al obispo”, pero puede delegarla a otros, como el penitenciario diocesano, vicarios y capellanes.
Además, “gozan de la facultad de absolver tales delitos los confesores pertenecientes a una orden mendicante y algunas congregaciones (como los franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, trinitarios, mercedarios, siervos de María, mínimos, lazaristas, jesuitas, entre otros), pero es habitual que el obispo conceda a todos los sacerdotes de la diócesis la facultad de absolver”, es decir que actualmente ya es una práctica generalizada.
En ese sentido, afirmó que el gesto de Francisco “se encuadra en el contexto del Jubileo de la Misericordia, gesto significativo en un horizonte de gran cabida a la conversión, de retorno pleno a Dios con todas las consecuencias de paz y de gozo porque, como dice el salmo, ‘es eterna su misericordia’”.
Políticos y divorciados en nueva unión
Durante la entrevista, el Arzobispo aprovechó para aclarar la confusión que suelen propalar algunos medios cuando abordan el tema de los divorciados vueltos a casar y la Eucaristía, y para explicar cuál es la situación de los políticos que aprueban las leyes que despenalizan el aborto.
El Purpurado explicó que cuando la Iglesia ha excomulgado a alguien porque ha cometido un acto grave –como el aborto–, es en realidad “la persona que, por propia decisión, se priva de la comunión con todo el Cuerpo eclesial”. “Laautoridad eclesiástica no hace más que tomar acción con las inevitables consecuencias”.
“Otra aclaración es que los medios en general alimentan no poca confusión en la opinión pública, que hace a muchos hablar rápido de ‘excomunión’, de ‘excomulgados’. Por ejemplo, se dice siempre que los divorciados vueltos a casar están ‘excomulgados’, ¡pero esto no es cierto y nunca fue verdad!”, expresó.
Sobre los políticos que proponen y aprueban leyes abortistas, dijo que estos “no caen bajo la pena de excomunión en cuanto no consuman directamente y materialmente el delito, pero ciertamente tienen una gravísima responsabilidad moral, están en pecado y por tanto, tienen necesidad de confesarse”.
Fuente: Aciprensa
Publicado por: O.Revette 05/09/2015 (10:44am)
Apostolado de Comunicación Social de la Pastoral Familiar San Carlos Borromeo



miércoles, 2 de septiembre de 2015

Así se podrá obtener indulgencias durante el Año de la Misericordia

Así se podrá obtener indulgencias durante el Año de la Misericordia


El Papa Francisco ante la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Foto L'Osservatore Romano
El Papa Francisco ante la Puerta Santa
 de la Basílica de San Pedro. Foto L'Osservatore Romano

VATICANO, 01 Sep. 15 / 03:34 pm (ACI).- En su carta dada a conocer hoy por el Año de la Misericordia, el Papa Francisco explicó las formas en las que los fieles podrán obtener la indulgencia durante este jubileo; ya sea en Roma, en cualquier lugar del mundo e incluso en las cárceles. El Santo Padre también explica el modo en el que deben proceder los enfermos y ancianos para obtener esta gracia.
En cualquiera de los siguientes casos que se mencionan para obtener la indulgencia se debe cumplir primeramente con las condiciones habituales:confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre.
1.- Los fieles “están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma, como signo del deseo profundo de auténtica conversión”.
2.- “Igualmente dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares. Es importante que este momento esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”.
El Papa precisa que “será necesario acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y con la oración por mí y por las intenciones que llevo en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo”.
3.- El Papa Francisco señala también que cada vez que un fiel realice personalmente una o más las obras de misericordia corporales y espirituales “obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar”.
“De aquí el compromiso a vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por el poder del amor del Padre que no excluye a nadie. Será, por lo tanto, una indulgencia jubilar plena, fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe, esperanza y caridad”, resalta el Papa.
4.- Sobre los enfermos y las personas ancianas que no pueden salir de casa, el Pontífice afirma que para ellos “será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad”.
“Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la comunión o participando en la Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la indulgencia jubilar”.
5.- Sobre los presos, el Pontífice explica que “en las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad”.
6.- Indulgencia para los difuntos: “de igual modo que los recordamos en la celebración eucarística, también podemos, en el gran misterio de la comunión de los santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin”.

Fuente: Aciprensa



Publicado por: O.Revette 02/09/2015 (3:50pm)
Apostolado de Comunicación Social de la Pastoral Familiar San Carlos Borromeo